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©dalhias|ADT Touraine - JC COUTAND

Cómo cultivar hermosas dalias Una guía completa para cultivar magníficas dalias y conseguir una floración excepcional

Las dalias encantan nuestros jardines con sus espectaculares flores de formas y colores variados. De la primavera al otoño, estas plantas mexicanas transforman nuestros espacios exteriores en verdaderos cuadros vivientes. Para que florezcan de maravilla, hay que tomar algunas medidas esenciales. Descubra nuestros consejos para cultivar con éxito sus dalias y disfrutar de sus espléndidas flores.

¿Cuándo y cómo plantar los bulbos de dalia?

El éxito de sus dalias comienza con una plantación cuidadosa. Espere hasta mediados de mayo en las regiones más frías, mientras que las zonas más templadas permiten plantar desde finales de marzo. Prepare hoyos de 15 cm de profundidad, con una separación de 50 a 80 cm según la variedad.

Para favorecer un comienzo óptimo, enriquezca la tierra con abono antes de plantar. Coloque el bulbo con la punta hacia arriba e instale inmediatamente un tutor para las variedades más grandes. Una pizca de ceniza de madera alrededor de la base protegerá los brotes jóvenes de las babosas.

Los secretos de un suelo ideal para sus dalias

El éxito de sus dalias depende de un suelo con una composición equilibrada. Una mezcla de 50% de tierra de jardín, 30% de arena y 20% de materia orgánica garantiza un desarrollo óptimo de las raíces.

Para un drenaje perfecto en suelos arcillosos, incorpore arena de río. Esta estructura aireada evita el estancamiento del agua, temido por los tubérculos. También puede utilizarse tierra especial para macetas de geranios, ya que su composición rica y drenante satisface las necesidades nutritivas de las dalias.

Riego y abonado de las dalias

Un riego regular y controlado es la base de una floración excepcional. Riegue en profundidad, a razón de cinco litros por tubérculo como mínimo, evitando mojar el follaje para prevenir las enfermedades.

En verano, riegue a primera hora de la mañana o por la noche para limitar la evaporación. En tiempo caluroso, un acolchado natural ayuda a mantener el suelo húmedo.

La fertilización desempeña un papel clave en el vigor de los tallos y la abundancia de brotes. Elija un abono rico en potasio y fósforo, aplicado cada quince días en cuanto aparezcan las primeras flores. Los jardineros ecológicos optarán por el purín de ortiga diluido, un excelente estimulante natural.

En pocas palabras sobre el cultivo de dalias

Elija un suelo rico y bien drenado

Prepare una tierra suelta, enriquecida con compost, para un buen crecimiento.

Riegue generosamente pero no en exceso

Prefiere dos riegos profundos por semana

Podar y dividir para obtener más flores

Pellizcar y cortar las flores marchitas y dividir las matas

Cómo maximizar la floración de sus dalias

La poda regular de las flores marchitas representa el gesto más eficaz para estimular una floración abundante. Corte los tallos justo por encima de una yema lateral, a 45 grados, para favorecer el nacimiento de nuevos brotes.

Un entutorado adecuado garantiza unos tallos fuertes capaces de soportar el peso de las flores. Instale soportes de bambú en cuanto las plantas alcancen los 30 cm de altura.

Pinzar los brotes jóvenes en la fase de 3-4 hojas duplica la producción de flores. Esta sencilla técnica crea plantas más tupidas y ramificadas.

Proteja sus dalias de las lluvias torrenciales con claustros transparentes. Esta protección mantiene las flores intactas y prolonga su floración hasta las primeras heladas.

Le château de la Bourdaisière - Ici en Région
Le château de la Bourdaisière - Ici en Région
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Proteger y conservar los bulbos en invierno

Tan pronto como lleguen las primeras heladas, sus dalias merecen una atención especial. Los tubérculos temen especialmente las heladas y la humedad excesiva. En las regiones de clima templado, un mantillo grueso de hojas muertas o paja es suficiente para mantenerlos en el suelo.

Para las zonas más frías, el arranque es esencial después de las primeras heladas. Limpie suavemente los tubérculos y déjelos secar durante 48 horas en un lugar aireado. El almacenamiento óptimo requiere un cajón lleno de arena seca o turba, mantenido en una habitación oscura entre 5 y 10°C.

Revise mensualmente para detectar y eliminar rápidamente cualquier signo de moho. En primavera, sus tubérculos estarán listos para otra espectacular temporada de floración.

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