Taller floral en el castillo de ChenonceauTaller floral en el castillo de Chenonceau
©Taller floral en el castillo de Chenonceau|ADT Touraine - JC Coutand

Los secretos de los jardines de Chenonceau Consejos y trucos del maestro jardinero

Bienvenido a los secretos de los jardines de Chenonceau. De los parterres de Diana a los arreglos florales de Catalina de Médicis, déjese guiar por la experiencia única de los jardineros que perpetúan desde hace siglos el delicado arte de la jardinería a la francesa. Descubra sus valiosos consejos para sublimar su propio jardín y llevar a su casa un poco de la magia de los grandes jardines renacentistas.

El arte de los jardines renacentistas de Chenonceau

En el siglo XVI, el diseño de jardines se convirtió en un arte mayor. Hoy, los maestros jardineros de Chenonceau perpetúan estas habilidades ancestrales en el Jardín de Diane, una auténtica obra maestra botánica. Sus gestos precisos esculpen los setos según reglas geométricas heredadas del Renacimiento, mientras que el laberinto italiano invita a la contemplación.

El jardinero jefe revela sus secretos: los bojes se podan cuando la luna está menguante, y los caminos se diseñan en perspectiva para magnificar la vista de este soberbio conjunto. En el claro del parque, las esculturas de François-Xavier Lalanne conversan con la naturaleza, creando un puente entre el arte de los jardines del pasado y del presente.

Los jardines de Diana y Catalina

Pasee por estos dos verdes escenarios enfrentados, testigos de una rivalidad histórica transformada en obra maestra botánica. El jardín de Diane despliega sus ocho triángulos de césped perfectamente cortado, donde florecen rosas de tallo y ristras de lavanda alrededor de un estanque central. Los cuidados especiales que los jardineros prestan todos los días del año subliman este espacio de 1,2 hectáreas.

Enfrente, el jardín más íntimo de Catherine se extiende sobre 7.000 m². Cinco paneles de césped se disponen alrededor de un estanque redondo, ofreciendo una vista impresionante de la fachada oeste del castillo. No hay lugar para las malas hierbas en este lugar de encuentro cotidiano entre la historia y la naturaleza, donde la poda de los setos se realiza conun arte milimétrico.

En pocas palabras sobre los secretos de los jardines de Chenonceau

El patrimonio de los jardines renacentistas

Setos esculpidos y perspectivas estructuradas perpetúan la elegancia de los jardines

Diane y Catherine: dos jardines espejados

Estos jardines de contrastes combinan simetría, rosas, lavanda y un meticuloso mantenimiento

El jardín de flores, un escaparate de colores y aromas

Una hectárea de flores, 130.000 plantas al año, embellece los jardines de Chenonceau

El jardín de flores: un jardín único

Vaya a este santuario de una hectárea en el castillo de Chenonceau, donde doce cuadrados cuidadosamente dispuestos albergan más de300 variedades de flores. Cada año, los jardineros cultivan aquí 130.000 plantas, destinadas a los arreglos florales que adornan las estancias del castillo. Admire los cambios de estación: tulipanes y jacintos en primavera, dalias y rosas en verano, crisantemos en otoño. En los antiguos invernaderos, la magia funciona incluso en invierno, cuando los amarilis y narcisos se preparan para renovarse. Un ballet perpetuo orquestado por estos artesanos de las plantas, que perpetúan un saber hacer único en Francia.

Los consejos de los jardineros para su jardín

Adopte las técnicas de los jardineros de Chenonceau para sublimar su espacio verde. Privilegie las asociaciones de plantasarmónicas: case las rosas con la lavanda para un efecto espectacular y una protección natural contra los pulgones. Las plantas aromáticas, colocadas a lo largo de los bordes de los parterres, mantienen alejados de forma natural a los invitados no deseados.

Reproduzca la magia de los jardines renacentistas a su propia escala creando perspectivas. Diseñe sus caminos en líneas rectas, bordeados con boj o santolina para estructurar el espacio. Un punto focal, como una estatua o un hermoso arbusto, guiará la mirada de forma natural.

Piensa en la biodiversidad: instala cajas para pájaros y refugios para insectos. Las mariquitas y los carboneros se convertirán en tus mejores aliados para un jardín sano, igual que en los jardines del castillo.

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