El antiguo palacio arzobispal: un monumento histórico
Recuerde el tiempo al cruzar el umbral de este palacio episcopal, cuya majestuosa silueta se alza sobre los restos de la muralla galo-romana del siglo IV. Los primeros obispos eligieron este lugar estratégico, a la sombra de la catedral, para construir su residencia, que ha resistido el paso del tiempo.
Asómbrese con la espléndida salle des États généraux, testigo de las grandes horas de la historia de Francia, donde se reunieron las asambleas de 1468 y 1484. En el siglo XVIII, Monseigneur Rosset de Fleury completó el conjunto con un elegante edificio principal con frontón, cuyas terrazas siguen armoniosamente la curva del antiguo anfiteatro romano.
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El majestuoso patio y su cedro del Líbano
En el corazón del antiguo palacio, un gigante vegetal le da la bienvenida: el famoso cedro del Líbano, plantado en 1804 bajo el mandato de Napoleón I. Sus impresionantes dimensiones -31 metros de altura y 33 metros de envergadura- lo convierten en uno de los más notables de Europa. Designado «Árbol notable de Francia» en 2001, este verde patriarca extiende sus ramas por casi 800 m².
Bajo su sombra benévola, el patio de honor se convierte en un remanso de paz donde la naturaleza y la arquitectura dialogan armoniosamente. Visitantes de todo el mundo se detienen, fascinados por su silueta magistral, que parece vigilar las obras de arte desde hace más de dos siglos.
Patrimonio de honor.