Teatro de marionetas.
Todo el mundo conoce el cuento de Caperucita Roja. Al menos las versiones de Perrault y los hermanos Grimm. Menos conocidas son las versiones orales tradicionales de este viejo cuento, que se han contado en toda Europa, y de hecho en todo el mundo, durante siglos.
Todo el mundo conoce el cuento de Caperucita Roja. Al menos las versiones de Perrault y los hermanos Grimm. Menos conocidas son las versiones orales tradicionales de este viejo cuento, que se han contado en toda Europa, y de hecho en todo el mundo, durante siglos.
Teatro de marionetas.
Caperucita Roja en tinta y papel
Todo el mundo conoce el cuento de Caperucita Roja. Al menos las versiones de Perrault y los hermanos Grimm. Menos conocidas son las versiones orales tradicionales de este viejo cuento, que se han contado en toda Europa, y de hecho en todo el mundo, durante siglos.
Nuestra adolescente está en vías de emanciparse. Empezando por el vestido de hierro que le impone su madre y que gasta día tras día. Una vez libre, descubre nuevas sensaciones. Salir significa crecer. Emprende el camino para convertirse en una mujer joven y se revela a sí misma en su encuentro con el lobo. Es una presencia desconocida, a la vez atractiva e inquietante, que despierta sus deseos.
Caperucita Roja en tinta y papel
Todo el mundo conoce el cuento de Caperucita Roja. Al menos las versiones de Perrault y los hermanos Grimm. Menos conocidas son las versiones orales tradicionales de este viejo cuento, que se han contado en toda Europa, y de hecho en todo el mundo, durante siglos.
Nuestra adolescente está en vías de emanciparse. Empezando por el vestido de hierro que le impone su madre y que gasta día tras día. Una vez libre, descubre nuevas sensaciones. Salir significa crecer. Emprende el camino para convertirse en una mujer joven y se revela a sí misma en su encuentro con el lobo. Es una presencia desconocida, a la vez atractiva e inquietante, que despierta sus deseos.