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©Ciudad de Chinon Fortaleza real de Chinon|ADT Touraine - JC Coutand

Leonor de Aquitania ¡una reina en Chinon!

Más conocida por su título de duquesa de Aquitania, Leonor fue también sucesivamente reina de Francia y reina de Inglaterra.

Leonor de Aquitania un soberano legendario en el corazón de la fortaleza de Chinon

Descubra la fascinante historia de Leonor de Aquitania en el majestuoso marco de la fortaleza real de Chinon. Sumérjase en el mundo de una reina legendaria a través de su dormitorio reconstruido, para una apasionante inmersión en el corazón de la Edad Media.

Una reina con un destino excepcional

De duquesa de Aquitania a reina de Francia

El 25 de julio de 1137, la joven Leonor se convirtió en duquesa de Aquitania con tan solo quince años. Un destino excepcional se abría para esta heredera del mayor territorio del reino de Francia. En Burdeos, en la catedral de San Pedro, se casa con el futuro Luis VII. Unas semanas más tarde, la pareja es coronada en Bourges: Leonor se convierte en reina de Francia. En la corte, la joven soberana aportó el refinamiento de su cultura aquitana. Apasionada por las artes y la poesía de los trovadores, insufló nueva vida a un reino de costumbres más austeras. Su creciente influencia sobre el rey no dejó de suscitar los celos de los consejeros reales.

Tras los pasos de Leonor hoy

Las colecciones del museo Carroi

En el corazón de la ciudad medieval de Chinon, el museo Carroi alberga un tesoro fascinante: la capa de Saint-Mexme. Esta tela de seda y oro, tejida a finales del siglo XI, habría sido regalada a los canónigos por Leonor de Aquitania a su regreso de la Segunda Cruzada. Entre las piezas más importantes de las colecciones figura una rara serie de esculturas románicas de la colegiata de Saint-Mexme, precioso testimonio del arte medieval en Touraine. Objetos cotidianos y documentos de época narran la vida de la ciudad en la época de los Plantagenet. En la sala dedicada a la Edad Media, una colección única de sellos y monedas ilustra la importancia de Chinon como bastión del poder real en el siglo XII.

Cuatro siglos de historia.

Su boda con Luis VII

Pasee por las salas de la fortalezadonde aún resuenan los ecos de esta unión histórica. En la catedral Saint-André de Burdeos, esta alianza marcó el nacimiento de un reino de dimensiones inéditas: el inmenso ducado de Aquitania se unía a las tierras de los Capetos. La vida de la pareja real fue un equilibrio de esplendor y tensión. A su paso, trovadores y poetas llevaron el amor cortés a la corte francesa. Pero tras quince años y sólo dos hijas, Marie y Alix, el papa Eugenio acordó anular su unión en marzo de 1152, alegando su estrecha relación. Libre de nuevo, la duquesa de Aquitania esperó sólo ocho semanas antes de casarse con el futuro Enrique II de Inglaterra, abriendo un nuevo capítulo en su extraordinario destino.

La heredera más poderosa de Europa

Maestra de un territorio que se extendía desde el Loira hasta los Pirineos, Leonor marcó profundamente su época por su influencia política y cultural. En la corte de Poitiers, fomentó las artes y la poesía de los trovadores, perpetuando el legado de su abuelo Guillermo IX.
Su matrimonio con Enrique Plantagenet, futuro rey de Inglaterra, creó la mayor entidad territorial de Europa occidental.
De esta unión nacieron ocho hijos, entre ellos Ricardo Corazón de León y Juan Lackland, futuros reyes de Inglaterra. Los territorios continentales de los Plantagenet se extendían ahora desde Escocia hasta los Pirineos.
Bajo su impulso, la corte se convirtió en un radiante hervidero cultural donde se codeaban artistas y poetas.
Su poder transformó los códigos de la sociedad medieval, convirtiéndola en una figura capital de su tiempo.

Chinon, capital de los Plantagenet

Un castillo en el corazón del imperio

Entre por las puertas de la fortaleza real de Chinon, residencia favorita de Enrique II Plantagenet. En el siglo XII, este rey de Inglaterra hizo del castillo su capital continental, almacenando allí parte del tesoro real.
En las viviendas señoriales, admire la reconstrucción de los pisos reales donde la pareja se alojaba regularmente entre 1160 y 1180. Los muros de piedra toba albergaban una corte refinada, donde se codeaban caballeros, trovadores y dignatarios venidos de los cuatro puntos cardinales del imperio.
Pasee por el fuerte Saint-Georges, donde Enrique II estableció el centro administrativo de sus vastos territorios. Fue aquí, en la capilla de Saint-Mélaine, donde expiró en 1189, abandonado por sus hijos que ya codiciaban su herencia.

La vida cotidiana en la corte

Sumérjase en el refinado ambiente de la corte medieval, donde las jornadas se organizan en torno a las comidas servidas en el gran salón. Sobre la mesa de caballetes, los delicados platos se acompañan de los mejores vinos de Anjou y Touraine. Los trovadores encantan a los invitados con sus canciones de amor cortesano mientras los criados se afanan en las cocinas reales.

En los apartamentos privados de Leonor, descubre la intimidad de una reina: la cama con dosel y sus ricos tejidos, los cofres llenos de sus preciosos vestidos, el prie-Dieu donde medita. Las ventanas con parteluz dejan pasar la luz a las paredes adornadas con tapices de colores resplandecientes, testigos mudos del esplendor de la vida cortesana en el siglo XII.

Visitas reales a la fortaleza

Entre 1160 y 1173, Leonor y Enrique II realizaron numerosas visitas a Chinon. La reina de Inglaterra apreciaba especialmente esta situación estratégica en el corazón de los territorios Plantagenet. En su alcoba real, reconstruida hoy con su mobiliario de época, recibía a trovadores y nobles visitantes.

Asista a los preparativos de una comida real tal y como se hacían en el siglo XII: los criados se afanan en las cocinas mientras la reina supervisa el servicio en el gran salón. La fascinante puesta en escena te traslada a la época de los banquetes de Leonor, cuando se combinaban la comida refinada y las discusiones diplomáticas. Los historiadores estiman que pasó casi un tercio de su tiempo en esta residencia, antes de que los acontecimientos transformaran este lugar de poder en una prisión dorada.

La reina Eleanor fue una de las reinas más poderosas de Europa.

Visita a la Fortaleza Real

Los espacios Plantagenet

Entra en el nuevo espacio dedicado a la poderosa dinastía Plantagenet. La sala modelo revela la impresionante extensión de su imperio, desde las costas de Escocia hasta las orillas de los Pirineos. Frente a las pantallas táctiles, manipule las reconstrucciones en 3D para comprender la evolución arquitectónica de la fortaleza a lo largo de los siglos. En el Gran Salón, los dispositivos digitales reviven el ambiente de los banquetes reales. Admire la mesa puesta según el arte de vivir medieval, adornada con hanaps y otras vajillas preciosas. Un audioguía te sumerge en el bullicio de las cocinas, donde se cuecen a fuego lento los refinados platos que se servían en la corte de Leonor.

Eventos históricos

Le esperamos todo el año en la fortaleza real de Chinon para revivir la época de Leonor. Los Festivales Medievales, una de las actividades más destacadas del verano, le transportarán al siglo XII con sus espectáculos de caballería y demostraciones de artesanía medieval. Para los visitantes más jóvenes, la P’tite visite d’Aliénor ofrece un descubrimiento lúdico y sensorial de la vida cotidiana en la corte. Toda la familia puede explorar la cocina reconstruida donde se cocinan a fuego lento los refinados platos de la mesa real.

Visitas guiadas temáticas

Participe en las visitas guiadas especialmente diseñadas para este año de aniversario. Los mediadores le desvelarán los secretos de la vida cotidiana en el siglo XII: la mesa medieval, las artes de la guerra e incluso la medicina de la época. Le espera una visita familiar de 45 minutos para explorar la fortaleza y sus misterios. Reserve con antelación por 13 euros y descubra el dormitorio real y las cocinas meticulosamente reconstruidas. Los viernes, a las 10 h, se ofrece una visita guiada en profundidad de la escenografía floral, seguida, a las 14.30 h, de una conferencia-taller sobre la vajilla medieval.

Descubra el arte de la mesa medieval.

Una familia desgarrada por el poder

Henri II, el marido rey de Inglaterra

El matrimonio de Leonor con Enrique II Plantagenet puso patas arriba el tablero político europeo. Dueño de un imperio que se extendía desde Escocia hasta los Pirineos, el nuevo rey eligió Chinon como base. Los primeros años de su reinado estuvieron marcados por una estrecha relación con Leonor: le confió la administración de Inglaterra y luego el gobierno de Aquitania.
Pero la década de 1160 marcó un punto de inflexión en su relación. Las numerosas infidelidades de Enrique, en particular con la bella Rosemonde, abrieron una brecha entre la pareja. El rey incrementó sus intervenciones en Aquitania, territorio que Leonor consideraba su patrimonio personal. En la Navidad de 1172, su última fiesta juntos en Chinon ya enmascaraba las tensiones que desembocarían en la revuelta de sus hijos.

Los hijos de Aliénor y la sucesión

Considera los retratos de los diez hijos de Aliénor en la Sala Plantagenet. Guillermo, el mayor, desapareció a los tres años. Enrique el Joven, coronado en vida de su padre, murió sin heredero. Ricardo Corazón de León se convierte en heredero de Aquitania, mientras que Geoffrey recibe Bretaña. Las tres hijas, Matilde, Leonor y Juana, refuerzan con sus matrimonios las alianzas con el Imperio Germánico, Castilla y Sicilia.
La decisión de Enrique II de legar los castillos de Chinon, Loudun y Mirebeau a su último hijo, Juan Sin Tierra, provoca la ira de sus mayores. Este reparto de territorios, fuente de tensiones familiares, presagiaba ya los trágicos acontecimientos que se avecinaban.

La rebelión de los hijos contra su padre

Primavera de 1173, los muros de la fortaleza resuenan con los preparativos de guerra. Junto a sus hijos Enrique el Joven, Ricardo y Geoffrey, Leonor organiza una rebelión contra su marido. Guillermo I de Escocia y Luis VII de Francia prestaron su apoyo a los príncipes rebeldes.
Vestida de paje para pasar desapercibida, la reina intentó llegar a París. Pero los hombres de Enrique II la capturaron en el camino de Blois. En Chinon, la misma fortaleza donde había disfrutado de tanto esplendor se convirtió en su prisión. La revuelta fracasa tras dieciocho meses de encarnizada lucha, y los hijos se ven obligados a pedir perdón a su padre.

Encarcelamiento en Chinon

Un cautiverio de 16 años

Noviembre de 1173 marcó el comienzo de un largo periodo de aislamiento para Leonor. Llevada de vuelta a Chinon bajo vigilancia, la reina depuesta encontró su habitación transformada en una celda dorada. Los primeros meses de su encarcelamiento transcurrieron en esta fortaleza que tanto amaba, antes de ser trasladada a Inglaterra. Los muros de piedra toba, testigos de sus años de gloria, la rodean ahora en su pesado silencio. Sólo algunas visitas de sus seguidores rompen su soledad, mientras sus hijos, uno a uno, se someten a su padre. Este cautiverio no terminaría hasta la muerte de Enrique II en 1189, cuando su hijo Ricardo Corazón de León le devolvió la libertad.

La cámara de la reina

Abre la puerta de esta excepcional habitación, meticulosamente reconstruida por historiadores. La decoración pintada con motivos geométricos multicolores adorna las paredes de toba, mientras que una suntuosa colcha cubre la cama con columnas. Los asientos esculpidos y los cofres de madera clara atestiguan el refinamiento de la época. Sobre la mesa de caballete, admire los objetos cotidianos de una reina: espejo de bronce pulido, peines de marfil y preciosos manuscritos iluminados. Las ventanas con parteluz dejan filtrar una suave luz a través de las colgaduras de seda roja bordadas en oro, creando un ambiente íntimo propicio para las confidencias de las damas de compañía.

Los últimos días en la fortaleza

En el otoño de 1202, Leonor regresó por última vez a los muros de Chinon. Su hijo Jean la acompañó en este melancólico viaje hasta Fontevraud, donde eligió terminar sus días. La reina contempló por última vez la fortaleza que fue testigo tanto de su gloria como de su declive. A los 80 años, sobrevivió a ocho de sus diez hijos. En su retiro en la abadía, siguió recibiendo embajadores y mensajes diplomáticos. Su influencia permaneció intacta hasta que exhaló su último suspiro el 31 de marzo de 1204. Su cuerpo se unió al de su hijo predilecto, Ricardo Corazón de León, en la iglesia abacial de Fontevraud.

El legado de una mujer de poder

Su influencia en la cultura medieval

Alimentada por el legado de los trovadores aquitanos, Aliénor transformó la corte en un auténtico hervidero artístico. Los poetas celebraban el amor cortesano, mientras que los artistas competían entre sí para adornar los manuscritos con delicadas iluminaciones. Su mecenazgo se extendió por todo el Occidente medieval: florecieron las chansons de geste y los romances cortesanos encantaron las veladas.

La duquesa de Aquitania fomentó especialmente la creación literaria en lengua vernácula. Bajo su influencia, las leyendas artúricas tomaron nuevos tintes, dando lugar a las célebres figuras de Iseult y Ginebra. Las estancias de la fortaleza resonaron entonces con los versos de los más grandes poetas del siglo XII, dando testimonio del refinamiento único de la cultura Plantagenêt.

La leyenda de Aliénor en Touraine

A lo largo de los siglos, las historias populares han dado forma al mito de Aliénor en Touraine. Los lugareños aún cuentan cómo la reina, desde su prisión dorada de Chinon, habría animado en secreto a los trovadores a cantar al amor cortés. La tradición incluso le atribuye la introducción de vinos del Loira en la corte inglesa, haciendo brillar las laderas de Chinon hasta las orillas del Támesis.

En las bodegas excavadas bajo la fortaleza, los viticultores perpetúan esta memoria viva. Cada año, durante las fiestas medievales de Chinon, actores y músicos hacen revivir el espíritu de Leonor, mezclando hábilmente historia y leyenda para deleite de los visitantes.

En las bodegas excavadas bajo la fortaleza, los viticultores perpetúan este recuerdo vivo.

De Poitiers a Fontevraud

Recorre las huellas de Leonor, desde su ciudad natal hasta su última morada. Los 82 kilómetros que separan Poitiers de Fontevraud te llevan por un paisaje modelado por esta duquesa de Aquitania.

Nacida hacia 1124 en el palacio de los condes de Poitou, la hija de Guillermo X dejó su huella en estas tierras. La vidriera de la catedral de Saint-Pierre sigue siendo testigo de su presencia, mientras que la Sala de los Pasos Perdidos se hace eco de su historia.

En Fontevraud, la Abadía Real le da la bienvenida a su majestuosa nave donde reposa el yacente de Leonor. Con un libro abierto entre las manos, esta mujer de poder sigue vigilando el lugar que eligió como última morada, en los confines de su ducado de Aquitania.

Fontevraud.

Ampliar la experiencia

El circuito de Aliénor en el Valle del Loira

Cruce en bicicleta las carreteras históricas de Aliénor, en una ruta de 90 kilómetros que une la Loire à Vélo con la Scandibérique. Este bucle único le llevará de Chinon a Fontevraud, pasando por pueblos medievales que llevan la huella de la duquesa de Aquitania.

En Candes-Saint-Martin, admire la colegiata donde se manifestó el poder de Leonor a través de sus donaciones. A continuación, la ruta serpentea hasta Montsoreau, donde las casas de toba cuentan la historia de los constructores del siglo XII.

Su escapada continúa hasta Fontevraud-l’Abbaye, la morada eterna de Leonor. La ruta, accesible en bicicleta de montaña o en bicicleta, está repleta de paneles explicativos sobre la historia de esta mujer excepcional.

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