Entre puentes levadizos y torres majestuosas
Con vistas a la ciudad, la austera fachada del castillo de Luis XI revela su carácter defensivo con sus torres y su camino de ronda sobre matacanes. El puente de tiro, uno de los últimos que quedan en funcionamiento en Francia, se baja cada mañana para recibir a los visitantes en un auténtico ambiente medieval.
Una vez atravesado el patio, la sorpresa es total: grandes ventanales se abren generosamente a los jardines, anunciando ya los refinamientos del Renacimiento. Las quince habitaciones, ricamente amuebladas, albergan una excepcional colección de tapices y muebles del siglo XV, preciosos testigos de la vida cotidiana de los grandes señores.
Salvador de los Reyes.