Chateau De Lislette Azay Le Rideau Credit Adt Touraine Jc Coutand 2032 112Chateau De Lislette Azay Le Rideau Credit Adt Touraine Jc Coutand 2032 112
©Chateau De Lislette Azay Le Rideau Credit Adt Touraine Jc Coutand 2032 112|ADT Touraine - JC COUTAND

Relajación en el Château de l'Islette Un día en el castillo de l'Islette: romanticismo e historia en el Valle del Loira

Descubra el Château de l’Islette en Azay-le-Rideau, donde las tranquilas aguas del Indre abrazan una joya renacentista de piedra toba. En este refugio romántico, donde Rodin y Camille Claudel se enamoraron apasionadamente, cada piedra cuenta una historia, cada reflejo en el agua susurra un secreto. Entre auténticas visitas a las estancias habitadas y momentos de relax en los jardines, sumérjase en la atmósfera única de un château vivo del siglo XXI.

Prepárate para vivir una experiencia única.

Visita al castillo de l'Islette Momentos especiales para compartir

Participe en las visitas guiadas para descubrir el castillo y sus tesoros ocultos. No se pierda las veladas musicales y gastronómicas organizadas en el recinto, para vivir una experiencia aún más memorable. Comparta momentos únicos con sus seres queridos en un ambiente cálido e íntimo. El Château de l’Islette es mucho más que una simple visita, es una invitación a relajarse y soñar despierto, a vivir y compartir sin moderación.

Tiene a su disposición varias opciones, que pueden combinarse entre sí. Para estrujarse suavemente el cerebro, embárquese en un «juego de escape al aire libre» de una hora de duración que le convertirá en investigador: ¿quién mató a uno de los obreros cuando el proyecto de relleno del foso está a punto de finalizar? ¿Y por qué?

Château de l'Islette, sur les bords de l'Indre
Château de l'Islette, sur les bords de l'Indre
Château de l'Islette, sur les bords de l'Indre

Si va en familia, puede estar seguro de que hasta los niños más aventureros encontrarán disfraces de caballeros y princesas que les ayudarán a revivir el espíritu del lugar.

Un interludio encantado en el corazón de Touraine

El parque le invita a relajarse bajo los árboles centenarios.

Siéntese aquí para hacer un picnic, en este entorno que no puede ser más bucólico. Si no ha planeado nada, no hay problema: en el antiguo molino, se ofrecen pan, terrinas, rillettes de pescado (de Romain Gadais y Ambroise Voreux, en particular) y otros productos para untar, sin olvidar los helados, poires tapées e incluso miel de las colmenas del castillo. Los vinos ecológicos de Nicolas Paget también pueden acompañar su comida.

Luego llega la hora de la siesta: en una de las tumbonas, o en la generosa hierba, saboree el momento. Los menos intrépidos podrán entretenerse con los animales de la granja (conejos grises de Touraine, castrados, ocas, ovejas, un burro, una mula y un poni). Después, ¿por qué no jugar una partida de Mölkky? Pida prestado este juego de bolos ya famoso a los

Un barco le espera para explorar la finca a lo largo del Indre, como solían hacer los visitantes antaño.

Pasee por el río Indre.

Si le apetece probar el placer del piragüismo, tiene a su disposición varias embarcaciones. Un poco de ejercicio, ¡pero también unas risas a la vista!

Entretenimiento que deleitan los sentidos

¡Que comience la magia de las fiestas! Durante toda la temporada de verano, los propietarios orquestan veladas excepcionales bajo las estrellas. Al anochecer, mil velas iluminan los salones mientras resuenan las notas jazzísticas de los conciertos de los viernes. Los niños se maravillan con los cuentacuentos junto a la chimenea, mientras los mayores disfrutan de sus picnics en los jardines.

El otoño trae su ración de sorpresas con la búsqueda del tesoro de Halloween, seguida de talleres gastronómicos en los que pequeños y mayores elaboran galletas de especias. En invierno, el encanto de la Navidad transforma la residencia en un escenario encantado, donde los duendes traviesos esconden sus secretos en los terrenos cubiertos de nieve.

Cuidado con los niños.

La familia Michaud

Otra particularidad del Château de l’Islette es que la familia Michaud, propietaria de la propiedad, vive allí parte del año. Algunas de las habitaciones recuerdan a siglos pasados, mientras que otras son mucho más contemporáneas.

Conozca a la familia Michaud, que le da la bienvenida a su casa renacentista con un enfoque decididamente moderno. Los salones, amueblados con gusto, combinan armoniosamente muebles de época con comodidades contemporáneas. En la biblioteca, los libros antiguos se codean con las novelas contemporáneas, mientras que la cocina histórica cobra vida con sabores actuales.

En pocas palabras en el castillo de l'Islette

Un castillo cargado de romanticismo e historia

Descubra el refugio de amor de Rodin y Claudel y un lugar donde el pasado y el presente coexisten armoniosamente.

Un día bucólico y de convivencia

Haga un picnic, reme en el Indre o relájese en los jardines en compañía de encantadores animales.

Eventos mágicos para todas las estaciones

Veladas de jazz, cuentacuentos, búsquedas del tesoro y fiestas navideñas le sumergirán en un ambiente único.

Un castillo viviente en el siglo XXI, Auguste Rodin, Camille Claudel...

Rodin y Claudel: una pasión artística

La magia del lugar funcionó a partir de 1890, cuando Auguste Rodin y Camille Claudel eligieron el Château de l’Islette como refugio para su apasionado amor. En la Grande Salle, bañada por la luz del Indre, Rodin modeló su célebre Balzac, mientras que Camille dio vida a La Petite Châtelaine, utilizando como modelo a Marguerite Boyer, nieta de los propietarios. Sus obras nacieron al ritmo de las estaciones, a lo largo de tres veranos consecutivos.

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