La fascinante historia del oro rojo en Touraine
Retroceda en el tiempo hasta la Edad Media, cuando los primeros azafranes ya coloreaban las tierras de Touraine.
Esta preciada especia, originaria de Creta, ha sobrevivido a los siglos para florecer en nuestros suelos calcáreos. Los monjes la cultivaban con pasión, antes de que su producción se extinguiera en el siglo XX. En los años 90, un puñado de entusiastas reintrodujo el Crocus sativus en Touraine. Es un renacimiento que está dando sus frutos: hoy en día, cerca de treinta cultivadores perpetúan este saber hacer ancestral, cosechando cada otoño los preciosos estigmas con sus sorprendentes virtudes.
Producción local: un saber hacer excepcional
Diríjase a las safranières de Touraine para descubrir la magia del oro rojo. Una treintena de cultivadores apasionados le abren sus puertas, sobre todo en octubre, cuando florecen los azafranes. Sea testigo de la meticulosa recolección de las flores malvas, de las que cada pistilo de azafrán se recoge delicadamente a mano. Para producir un gramo de azafrán seco, nuestros azafraneros cosechan pacientemente cerca de 150 flores. Un trabajo de orfebrería recompensado por un incomparable color amarillo anaranjado y un característico sabor amargo que hacen famoso al azafrán de Touraine. Nuestros productores utilizan métodos tradicionales respetuosos con el medio ambiente, desde el bulbo hasta la especia.
