Historia ancestral de Touraine
Al regresar de las Cruzadas, los campesinos aprendieron a conservar la fruta mediante el secado, empezando por las ciruelas Alienéor de Aquitania, que había regresado a Fontevraud, fomentó la plantación de ciruelos traídos de Damasco, en el valle del Loira. Luego transpusieron esta técnica a la fruta local: ¡peras y manzanas! En su horno de leña, experimentaron con las «pouères» (peras en la antigua lengua de Touraine) locales. Es un método que ha resistido el paso del tiempo y que enorgullece a estos apasionados artesanos. La producción se intensificó en el siglo XIX, cuando el desarraigo de las vides por la filoxera obligó a los agricultores a diversificarse. Las poires tapées se convirtieron en una especialidad culinaria que se exportaba hasta el norte de Europa. Los hornos tradicionales nunca estaban vacíos, lo que convirtió a Rivarennes en una auténtica capital de este fruto seco.
Las guerras mundiales marcaron una pausa en esta aventura, pero la pasión se mantuvo. Hoy en día, de los entrantes a los postres, Les Reines de Touraine perpetúan este saber hacer único del Valle del Loira.
